Informe semanal del 26 de Diciembre del 2007 |
El mercado inicia el cierre de año con las ultimas tres jornadas operativas en medio de un contexto de lenta recuperación en el resto del mundo, pero con mucho esfuerzo por sostenerse en terreno positivo a nivel local.
Sin
fuerza
Aunque las perspectivas parecen ir mejorando lentamente en los mercados del mundo, el Merval ha tenido un año para el olvido. Tres crisis importantes han mellado sus resultados hasta dejarlo negativo hace tan solo una semana atrás. Es quizás el mercado más débil desde la salida de la convertibilidad y podría ser una primera señal de alarma teniendo en cuenta que el ciclo de crecimiento lleva ya 5 años y bien podría estar llegando a su fin. De todas formas, el análisis inmediato nos lleva a elaborar distintas estrategias de inversión. Ya no podremos comprar cualquier activo a cualquier precio porque la fuerza del mercado se ha ido diluyendo, pero si miramos con atención los balances, las proyecciones y los resultados de cada sector, veremos que aun hay varios negocios por desarrollarse en papeles que están netamente subvaluados. Este será el nicho a atacar durante el 2008. Mientras tanto, solo algunos movimientos esporádicos como el de Petrobrás Energía o la reacción de Acindar por su inminente canje, son los que permitieron alguna alegría en el cierre del año. El resto esta inmerso en un mar de dudas que prácticamente mantiene sus cotizaciones en mínimos sin posibilidad de reacción, ni siquiera cuando el resto de las bolsas regionales se muestran en franca recuperación.
Expectativa
y desazón
Mucho fue lo que se dijo antes del acto
eleccionario de Octubre y muchas fueron las especulaciones sobre las medidas a
tomar por
Cerrando
un capitulo
Como todos los cierres de año, los mercados hacen un balance de lo acontecido y las perspectivas para el siguiente. Evidentemente el 2007 no hay sido el mejor año para el Merval y la expectativa hacia el 2008 será ver como recupera el terreno perdido en un contexto de volatilidad internacional. Aun cuando nuestros bancos no participan del sistema hipotecario, sufrieron los coletazos de la crisis Subprime en forma contundente. Aun cuando nuestras empresas mantienen amplios márgenes de rentabilidad, las caídas en sus cotizaciones superaron el 25%. Aun cuando nuestras empresas petroleras se benefician de parte del crecimiento del commoditie, sus precios aparecen por debajo de los valores del 2004. Aun cuando el sector inmobiliario y construcción siguen en pleno auge, sus valores bursátiles se pueden encontrar deprimidos en más del 20%. Evidentemente muchas de estas particularidades responden mas a la coyuntura actual que a proyecciones de resultados y en el tiempo deberían corregirse. No es casualidad que varias empresas nacionales terminen en manos de inversores extranjeros los que obtienen el control por valores absolutamente ridículos. Y esto sucede, no solo porque su visión de largo plazo los lleva a dominar la región, sino porque nuestra visión de corto plazo, nos hace valuar dichos activos a precios de remate. Pero esta ha sido una característica constante a lo largo de nuestra historia reciente. Solemos subvaluar nuestros activos y sobrevaluar los extranjeros. Si a ello le agregamos un clima político de absoluta inestabilidad y una seguridad jurídica netamente cuestionada, pues el cóctel es absolutamente explosivo, y nos lleva a ser pesimistas aun cuando los resultados recientes nos demuestran lo contrario. No es casualidad entonces, que muchas de nuestras compañías no muestren mas que 6 o 7 años de Per mientras que en el mundo no bajan de los 20 años. Es por ello que varios inversores extranjeros, sobre todo de Brasil terminan obteniendo el control de nuestras compañías, y esto no cambiara hasta que despejemos nuestras dudas internas y levantemos la vista para mirar un poco más allá de nuestro propio horizonte.
JORGE ALBERTI ---- www.elaccionista.com ---- alberti@elaccionista.com
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