¿Porque complicamos todo?
Generalmente en nuestro país tenemos esa maldita costumbre de buscarle remedios complicados a temas simples.
Es bien sabido que el sentido común es el menos común de los sentidos, pero sería bueno que después de llenarse la boca hablando de ética publica, sensatez, y razonabilidad, alguien la ponga en practica.
Desde hace varios meses la población en general espera los primeros signos de reactivación, y esto se debe a que los economistas pronosticaron el final de la recesión. En palabras simples, habíamos tocado fondo con lo cual el año 2000 no podía ser peor al 99, a lo sumo seria igual, pero en realidad algunos factores externos hacían prever una mejora sustancial.
Sin embargo el equipo económico no tuvo mejor idea que impulsar la salida de la recesión con un aumento de impuestos.
Razonemos un poco. ¿Que es lo que necesita el país? RECAUDAR MAS y GASTAR MENOS. Una forma de recaudar mas es incentivar la producción. Sin embargo el aumento de impuestos lleva a cierre de empresas, o bien al encarecimiento de los productos lo cual imposibilita la exportación y predispone a las empresas argentinas a la perdida de mercado a manos de productos extranjeros. Por lo tanto el Compre Nacional, es solo una expresión de deseo sin posibilidad de concreción ya que no cuenta con incentivo alguno.
Por otro lado el apoyo social se ve vapuleado ya que al complicarse la situación industrial se producen mas despidos, se reducen los salarios y el gobierno debe hacerse cargo del bienestar de la población, el cual ya no puede costearse por bolsillo propio de cada trabajador argentino.
Finalmente los números del segundo trimestre muestran que no solo no se pudo aumentar la recaudación sino que además se aumentaron las erogaciones estatales y se perdieron dos armas fundamentales para la reactivación económica. Una es el tiempo y la segunda es la confianza. A esta altura del año, las predicciones alentadoras de Diciembre y Enero, cambiaron a tan solo una expresión de deseos, y aquel idilio del nuevo gobierno, esa esperanza depositada en los funcionarios que asumían, fue dilapidada en tan solo unas pocas horas de discusión parlamentaria.
No solo en las finanzas
Convengamos que esto no solo sucede en el ámbito de la economía nacional. Tenemos innumerables ejemplos que ratifican nuestra habilidad por complicar las cosas simples.
Cuando hablamos de inseguridad en las calles, automáticamente se mencionan los derechos humanos de los agresores, el cuidado y atención de los presidiarios y la reinserción en la sociedad del malviviente una vez cumplida su pena, la cual obviamente deberá llevarse a cabo en modernas instalaciones automatizadas y en zonas cuasi residenciales. Allí podrán recibir la capacitación correspondiente por parte del selecto grupo guardiacarcel que se encargará de capacitar al mencionado caco para que vuelva a la sociedad haciendo lo que mejor sabe hacer.........
Como nuestro tema central debería ser las finanzas, vamos a intentar transpolar estos conceptos a nuestro querido mercado bursátil.
A partir de la llegada de un nuevo plan económico allá por 1989/90, nuestra Bolsa de Comercio sufrió un cambio importante el cual comenzó a gestarse en forma lenta con un volumen promedio de 5 millones y termino con una explosión de 100 millones diarios en 1992.
Era obvio que el país tenia otras perspectivas, un futuro alentador y por ello los capitales se volcaron a la plaza accionaria local, lamentablemente muchos funcionarios creyeron haber encontrado la gallina de los huevos de oro y empezaron a tirar manteca al techo, lo cual nos devolvió a la tierra en pocas semanas.
Si hacemos memoria en aquella época los compradores podían adquirir acciones en contado inmediato, 24 hs , 72 horas , y hasta les permitimos liquidar en 120 hs. Además las variaciones diarias podían llegar al 30 % y vaya si lo han hecho. Celulosa, Acindar, Pérez Companc y otros papeles no sabían sino subir y subir.
Sin embargo no podíamos mantenernos al margen y no hacer nada para retener a esos capitales, por lo cual decidimos cambiarles las condiciones del juego una vez que ya estaban adentro.
Primero eliminamos el plazo de 24 hs, después devolvimos el normal a 72 hs quitando las 120 hs, mas tarde achicamos el spread de variación diaria a solo 15 %, y finalmente eliminamos el contado inmediato. Como si fuera poco instrumentamos mas controles y declaraciones sobre cada peso o dólar girado lo cual solo burocratizó el sistema. Implementamos las normas de lavado de dinero, subimos los aforos, cambiamos los papeles y elevamos el valor de las garantías para proteger al inversor. Sin contar las numerosas empresas que retiraron su capital de cotización con importantes perdidas para los inversores, en algunos casos hasta burlonas por la magnitud y el descaro de la transacción, que por otro lado fue hecha dentro de las normas y leyes vigentes con lo cual nada se puede reclamar al respecto.
Todo fue muy bonito, sin embargo a esta altura ya muchos inversores habían decidido dejar el mercado argentino e inclusive vender a perdida con el único objetivo de salir de sus inversiones en Argentina lo más rápido posible.
Un poco de respeto
Existe una norma básica y fundamental y es la del respeto. Respeto para con los inversores, las instituciones, las empresas y el público en general.
¿Cómo puede un país ser confiable si sus funcionarios no lo son? ; si sus palabras no lo son? y si los hechos demuestran cambios en las reglas de juego después de iniciada la partida?.
No debemos olvidar que los capitales son por definición COBARDES. y ante el menor síntoma de inestabilidad o duda, se retiran del mercado donde fueron invertidos.
Seamos claros. En 1992 muchos de los avances actuales en tecnología, administración e información eran inexistentes en nuestro mercado y sin embargo se llegaron a transar mas de 100 millones en un dia.
Hoy estamos debatiendo como hacer para mantener un volumen promedio de 30 millones con cientos de computadoras, agencias informativas, personal, estudios, research, recomendaciones, reducciones de aranceles, rebajas en derechos operativos, etc.
Obviamente todos queremos abonar lo menos posible en gastos y obtener el mayor beneficio, pero cuando la oportunidad es extremadamente buena, el costo pasa a ser un factor secundario.
Si hoy permitiésemos operar en la bolsa a costo cero, el crecimiento seria apenas interesante, y esto es porque nuestro problema no es de precios sino de confianza. En 1992 se cobraba el triple de gastos por derechos operativos y podría haberse cobrado 6 veces mas, de todas maneras los capitales hubiesen invertido igual porque el negocio no era abonar pocos gastos sino obtener grandes retornos.
Hoy tendríamos que estar discutiendo como brindarle seguridad a los inversores. Como hacer para que estos puedan operar donde como y cuando quieran, cobrar y pagar en forma inmediata, poder chequear su cuenta aunque se encuentre a 5000 km. del recinto y sean las 2:00 AM y por sobre todas las cosas, ser previsibles.
Parecería ser una cuestión de ética, sin embargo la mayoría de nosotros nos levantamos a la mañana y corremos a buscar el diario para saber si apareció alguna ley o resolución inesperada que cambiará el rumbo de nuestro dia.
¿Para que?
Si lo pensamos fríamente; ¿de que sirven los creditos inmobiliarios si no hay trabajo para devolverlos?
¿De que sirve fomentar la industria automotriz si el publico no tiene dinero para cambiar el auto?
¿Para que sirvió el plan canje si no se fomento la producción?
¿Cuál es el propósito de la reforma laboral si no incentiva a las empresas a tomar empleados?
Siempre se busca la solución por el lado más complicado.
¿No sería mucho más simple reducir impuestos?
¿No seria mejor aumentar los créditos al campo?
¿No seria mas acertado incentivar la manufactura de productos con valor agregado?
¿No seria mejor librar el mercado a la oferta y demanda reales?
¿Porque regular todo?
¿Porque la acción del Merval no puede costar menos de 300 mil pesos?
¿Porque los inversores no pueden conocer los precios en tiempo real en forma gratuita?
¿Porque las variaciones de precio no pueden superar el 10 % sin una paralización en su negociación?
¿Porque?
¿Es beneficioso?
¿Conduce a algo en realidad?
¿No recaudaríamos mucho mas si unificáramos impuestos?, si simplificásemos el sistema de liquidación?; si permitimos a los contribuyentes abonar todo sin demoras ni tramites engorrosos?.
¿No aumentaría el volumen de empresas cotizantes si les damos beneficios impositivos?
¿Si se les otorga un tratamiento preferencial al momento de emitir deuda?
¿No sería mas transparente poder mostrar los precios de cotización en tiempo real?
¿No seria claro poder ver el estado patrimonial de nuestro banco o financiera?
¿No deberíamos capacitar a los estudiantes para que aprendan a ahorrar en activos financieros?
¿No seria lógico que todos los participes del mercado sean considerados iguales?
Debe haber muchas alternativas creativas para solucionar problemas complicados con respuestas simples, pero aparentemente hemos desarrollado una habilidad mucho más avanzada que es la de complicar las cosas simples con resoluciones complicadas
Tal vez este equivocado. Pero esa es mi forma de ver las cosas y en definitiva no es mas que una opinión personal lo cual no cambiara el mundo, pero tal vez varias opiniones similares puedan algún dia llegar a los oídos indicados en el momento justo y con el tiempo suficiente para hacer realidad esos deseos.
JORGE ALBERTI
elaccionista.com